martes, 11 de junio de 2019

Un español en Italia


Un español en Italia.
La semana pasada participé en Cagliari en un macrocongreso sobre la escuela democrática (https://www.scuolademocratica-conference.net/). Supe con cierta antelación que el grupo en el que participaría iba a estar formado única y exclusivamente por italianos. Los organizadores, haciendo gala de una cierta liberalidad temeraria, permitían hacer las presentación en el idioma que  cada cual considerase conveniente (fuese este el inglés, el español, el italiano, el francés o el portugués).  Mi experiencia de otros congresos en los que se emula la torre de Babel es que habitualmente los asistentes prestan atención tan solo a aquellos ponentes con los que se comparte idioma. De hecho, en una de las sesiones estelares participó el sociólogo francés François Dubet. Lo hizo en su lengua y puedo asegurar que un mínimo de dos tercios de los asistentes estaban esperando la siguiente intervención, la cual corrió a cargo de Annette Lareau quien, pese a lo que pudiera indicar su nombre, es estadounidense.
Ante esta tesitura decidí hacer la presentación leyendo mi texto en italiano. Mi conocimiento del italiano es similar al que mostró en infausta ocasión el alocado Aznar (https://www.youtube.com/watch?v=uExUg1zyjN8). Pese a ello, hoy en día, las tecnologías de la información permiten calibrar si se está en condiciones de arriesgarse a leer en un idioma desconocido aunque, en este caso, relativamente similar al español. Lo primero que hice fue traducir mi texto –de unas dos mil palabras, las cuales se leen en unos quince minutos- del español al italiano en la web Deep.l (https://www.deepl.com/translator). El escrito fue posteriormente corregido por una conocida mía italiana. A continuación leí en voz alta parte del texto en la web dictation.io (https://dictation.io/). Sorprendentemente, comprobé que la transcripción que de mi locución hacía esta página era aceptable. Seguidamente, vi –y, sobre todo, escuché- varios vídeos en youtube sobre la pronunciación del italiano. Es un idioma que aproximadamente se pronuncia como se escribe. Además, utilicé la web ttsreader (https://ttsreader.com/es/ ) para que me leyera el texto. No contento con esto, contraté un par de clases online en la web de Verbling. El resultado final fue que el público de mi grupo se enteró de lo que quería contar (al menos, eso me dijeron y eso me pareció).
Es una experiencia, y este es el motivo por el que la cuento en este blog, extraordinariamente didáctica. Dado que leí aceptablemente dos mil palabras, muchas de ellas las pude reconocer en las intervenciones y conversaciones del público italiano.
En todo caso, debo indicar que soy incapaz de elaborar una frase en italiano. Para poder hacerlo no queda más remedio que sentarse a estudiar la gramática, la conjugación de los verbos, esquivar la enorme cantidad de “false friends” con que nos obsequia el vocabulario italiano y un largo etcétera de actividades.

1 comentario:

  1. Gracias por el artículo, Rafa, considero tu información sobre enlaces a páginas web de traducción de idiomas extremadamente fructífera la hora de aprender un idioma distinto del propio nativo. Yo tengo el mismo reto con el inglés, por tanto, consultaré las páginas que nos indicas y probaré, como tú, a mejorar mi nivel de idioma extranjero para futuras investigaciones y/o congresos.

    Abrazos.

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