Yesterday, película dirigida
por Danny Boyle
Advierto que esta es una
crítica pensada más bien para músicos. O quizás podría decir que para fans de
los Beatles. Lo primero que debo indicar es que la película resulta entretenida
y cuenta con la enorme ventaja de una banda sonora basada en versiones de
canciones de los Four Fab. La
historia es bien simple: un breve apagón mundial borra del planeta todo rastro
de los Beatles (pero también de la Coca-Cola o de Harry Potter). Nuestro protagonista
–un músico sin éxito- sufre un aparatoso accidente en el momento del apagón (le
atropella un autobús mientras pedalea en la oscuridad) y cuando se recupera se
da cuenta de que nadie sabe nada sobre los Beatles. Esto le convierte en una
suerte de depositario de la memoria de sus canciones, las cuales, en principio,
son consideradas de su invención. Es decir, de buenas a primeras se convierte
en un genio. Hasta aquí un mini resumen de la película.
En
lo que se refiere a la parte musical, es una lástima que no hubiera habido un mínimo de dos músicos
accidentados (en lugar de un accidente de
bicicleta podría haber ido un par de músicos en una moto), ya que una de las
claves de las composiciones de los Beatles son los juegos de voces. Sin estos,
la mayor parte de las versiones de la banda original de la película carecen del
más mínimo interés. Es más, da la impresión de que, más allá de la película, el
actor protagonista se ha encontrado con el regalo de poder interpretar a los
Beatles en la vida real.
Ciertamente,
es difícil encontrar alguna versión de canciones de los Beatles que supere el
original. Un amigo mío decía que quizás la versión de With a Little Help From My Friends de Joe Cocker podría haber superado el listón. Algunos músicos se han aproximado a tal hazaña (puede que Johnny
Cash, Steve Earle o Paul Westerberg, entre otros). No es esto lo que, por
ejemplo, ha sucedido con algunos temas de Bob Dylan, algunas de cuyas canciones
han sido mejoradas por otros intérpretes (pienso, entre otras, en la versión de
All Along the Watchover de Jimi
Hendrix).
Lo
que me parece lamentable de las canciones
elegidas para la película es que, siendo el protagonista un músico con
guitarra acústica, no se hayan seleccionado piezas claves para este instrumento
como Blackbird, Julia o Revolution 1 (la
versión acústica de Revolution).
Supongo que en la selección manda el dinero y por ello lo sensato es
concentrarse en el cancionero más popular. Es una pena que no se hayan hecho
versiones acústicas de temas que, hasta donde yo sé, nunca los Beatles grabaron
en este formato y que suenan muy bien unplugged. Pienso, entre otras composiciones, en la alocada I Am the Walrus, en la más sosegada Strawberry Fields Forever o en la
disparatada Glass Onion.
Queda
la respuesta a la pregunta de cómo sería el mundo si los Beatles no hubieran
existido. En la película no se va más allá de señalar que no habríamos conocido
a Oasis. Sin embargo, los Rolling Stones estarían todavía por ahí. Es
complicado esto de las ucronías, pero me da la impresión de que el rock sin los
Beatles quizás no habría pasado de ser una variedad más del folklore
anglosajón.