jueves, 24 de diciembre de 2020

Mis diez canciones favoritas de los Beatles

                Aquí tenéis una selección personal de diez temas (que podrían ser más de cien), por los que siento especial predilección, de los Fab Four.

                 Debo de ser un tipo raro (o elitista), ya que solo uno de los temas (Blackbird) coincide con los grandes éxitos contenidos en el disco titulado 21 (en honor a sus canciones más populares). Por otro lado, siete de los temas seleccionados fueron compuestos por Lennon y los otros tres por McCartney. Quizás sea tan “lennonista” como ese Aute que habla de su querido John en su tema Imaginación (https://www.youtube.com/watch?v=5sLsWHHsyCk&ab_channel=Juasmalo).

 1.Hey Bulldog. Alocada canción con dos peculiaridades. La primera es que el riff dominante lo hace un piano y la segunda es que la voz aguda la hace Lennon. Además, parte del tema es la secuencia de la música del agente 007. La letra, aunque algo disparatada, dice cosas como que si te sientes solo, puedes hablar conmigo. Si de mí dependiera hubiese reducido la parte final (llena de ladridos y de gritos). He aquí una excelente versión de este tema precedida de una no menos brillante introducción a cargo de Dave Grohl (https://www.youtube.com/watch?v=sxqzMYjjkW8&ab_channel=DabbiVals).

 2. I Am the Walrus. De nuevo, una canción lisérgica cuya letra, de acuerdo con Lennon, carece de sentido. Es de una riqueza musical inigualable y suena de maravilla en una guitarra acústica. Aquí tenemos una versión de los beatleadictos Oasis. (https://www.youtube.com/watch?v=TxbVdqm6iaE&ab_channel=wonderwallll)

 3. Glass Onion. Es un tema con una letra autorreferencial en la que citan canciones como Fixing a Hole, I Am the Walrus y otras. Según la Wikipedia, la letra se burla de quienes tratan de buscar significados trascendentes a las canciones de los Beatles. Así es como se remasterizó en 2009:https://www.youtube.com/watch?v=2tSIZLuCKUI&ab_channel=TheBeatles-Topic

 4. Doctor Robert. Una canción perteneciente al disco Revolver que, junto con el Rubber Soul, marca el inicio de una nueva etapa de los Beatles centrada en la música en el estudio de grabación y en la experimentación. El doctor Robert era un tipo que pasaba drogas –supongo que de diseño- en su farmacia de Nueva York. Aquí podemos oír la maravilla de las voces de Paul y de John a coro https://www.youtube.com/watch?v=rg5KPgjCZt0&ab_channel=TheBeatlesVocalHarmony

 5. And Your Bird Can Sing. Otra canción del mismo LP. De esta canción me fascina especialmente el doble punteo simultáneo de dos guitarras eléctricas. Aquí tenemos una explicación de este fabuloso punteo a cargo de Mike Pachelli https://www.youtube.com/watch?v=1hXUd6P_ThI&ab_channel=MikePachelli. Y aquí una versión al aire libre a cargo de unos músicos tan fabulosos como poco conocidos (doy las gracias a mi amigo Ricardo por habérmelos dado a conocer) https://www.youtube.com/watch?v=TPAtGpU_xY8&ab_channel=JoshTurnerGuitar.

 6.  Ticket to Ride! Una canción de la banda sonora de Help!. El título juega con el nombre del documento que autorizaba a las prostitutas de Hamburgo para ejercer su trabajo. He seleccionado un vídeo en el que Ringo –un tipo de una simpatía contagiosa- explica con este tema cómo la enorme dificultad de ser zurdo en una época en que las baterías eran para los diestros le convirtió en un increíble batería (de hecho, toca levemente fuera de tiempo). https://www.youtube.com/watch?v=vl9188EPdLI&ab_channel=Dato1955

7.  Yer Blues. Según la Wikipedia, es una parodia del blues británico. La letra está cargada de pesimismo. Lennon habla del suicidio, de la soledad y de odiar a su propia música. Aquí tenéis el tema en un concierto organizado por los Rolling Stones en su Rock and Roll Circus con Eric Clapton a la guitarra y Keith Richards al bajo (por desgracia, también aparece Yoko).

https://www.youtube.com/watch?v=JeFwaWFTGYU&ab_channel=ABKCOVEVO

 8. Back in the USSR. Este tema de Paul McCartney no gustó mucho a la derecha norteamericana (la letra describe un mal vuelo desde los Estados Unidos a la Unión Soviética) porque entendía que ensalzaba a su enemigo soviético (la belleza de sus mujeres, el hecho de dejar Occidente atrás). Aquí tenemos al bueno de Paul tocando en la plaza roja de Moscú (entre cuyo público se encuentra un personaje tan siniestro como Putin). https://www.youtube.com/watch?v=_JbLsYoL3ug&ab_channel=PaulMcCartneyVids

 9. I’m Looking Through You. Otra canción de Paul (incluida en el ya mencionado Rubber Soul) en la que McCartney habla sobre su ruptura con la que fuera su novia durante cinco años y sobre cómo cambia la gente.  Es un tema caracterizado por un cambio vertiginoso de acordes –casi uno por sílaba- con un ritmo trepidante. Paul la canta con una cejilla en el traste primero –todo un reto para quienes no tengan una voz particularmente aguda-. Aquí tenéis una dulcificada versión a cargo de Wallflowers, el grupo de Jacob Dylan (uno de los hijos de Robert Zimmerman). https://www.youtube.com/watch?v=O2znD1NXzkA&ab_channel=MickWilbury

 10. Blackbird. Otro tema de Paul. Es todo un ejemplo de la maestría de McCartney con el fingerpicking (consistente en tocar la guitarra arpegiando con los dedos). Aquí Paul explica la influencia de Bach (el músico favorito de mi amigo Mariano desde que se ha pasado al piano) a la hora de componerla https://www.youtube.com/watch?v=BpWHJkEosAA&ab_channel=Top2000agogo

 

jueves, 17 de diciembre de 2020

La inmersión lingüística en Cataluña

 

TRIBUNA

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La inmersión lingüística en Cataluña

Una encuesta señala la sangrante división de la sociedad catalana: la mitad está a favor del actual modelo, mientras que la otra mitad lo rechaza

RAFAEL FEITO

04 DIC 2020 - 00:30 CET

https://elpais.com/opinion/2020-12-03/la-inmersion-linguistica-en-cataluna.html

Una vez más, se plantea el debate sobre la inmersión lingüística en la escuela catalana. Desde el independentismo catalán se ha transmitido la idea de que tal inmersión -el hecho de que salvo dos o tres horas semanales impartidas en castellano, el resto se enseña en catalán- ha sido un rotundo éxito académico y que goza de amplísimo consenso –por no decir unanimidad- entre los habitantes de esta comunidad autónoma. Sin embargo, ambas afirmaciones carecen de sustento empírico.

En lo que se refiere a la primera cuestión, en un trabajo -a partir de los datos del PISA de 2015- realizado por Jorge Calero y Álvaro Choi (Efectos de la inmersión lingüística sobre el alumnado castellanoparlante en Cataluña) se indica que, a igualdad de nivel socioeconómico, los alumnos cuya lengua materna es el catalán obtienen mejores resultados en las competencias de ciencia y lectura que aquellos que tienen por lengua materna el castellano (al fin y al cabo, esto de la inmersión es algo que tienen que hacer los castellanohablantes). No ocurre lo mismo con la competencia matemática, cuya igualdad entre unos y otros estos investigadores la atribuyen al hecho de que en las matemáticas prepondera un lenguaje formalizado específico. A partir de su investigación, concluyen que el supuesto éxito de la inmersión lingüística “no ha sido avalado por la evidencia empírica contrastable”. Desde cierta izquierda se aduce que en las pruebas de acceso a la universidad los resultados en Lengua Española de los estudiantes catalanes son mejores que la media nacional. Se olvida indicar que a tal examen no llegan todos los alumnos –por muy numerosos que puedan ser-, sino solo aquellos que han superado el listón de obstáculos que conduce hasta tal prueba.

Tampoco parece que haya un excesivo consenso en la sociedad catalana con respecto a la inmersión. Del mismo modo que el CIS se niega a plantear preguntas incómodas –como la cuestión de la dicotomía entre república y monarquía-, el CEO (el Centre d’Estudis d’Opinió –para entendernos, el CIS catalán-) no investiga sobre la inmersión. Es por ello que me remito a una encuesta del instituto de investigación GESOP (con 1.600 entrevistas) encargada por Societat Civil Catalana, la cual muestra que el 75,6% prefiere un régimen trilingüe (catalán, castellano e inglés), un 14% es partidario de una enseñanza bilingüe en catalán y en castellano, el 8,8% opta por el actual modelo en catalán y un reducidísimo 0,5% querría que todo fuera en castellano (el restante 1,2% no sabe o no contesta). En el blog de Politikon, Garvia y Santana citan una encuesta (con 2200 entrevistados) en la que se observa la sangrante división de la sociedad catalana: la mitad está a favor del actual modelo, mientras que la otra mitad lo rechaza. No es de recibo dar la razón a la mitad de la población a costa de la otra mitad, pese a que sería factible llegar a algún consenso.

El historiador Joaquim Coll explicaba que el actual modelo de inmersión está muy lejos del que se aprobó en 1983 gracias a la iniciativa del PSC y del PSUC (El tabú de la inmersión). Entonces se evitó crear una doble red escolar en función de la lengua -que era la propuesta inicial de CiU- y se optó por un modelo bilingüe en el que se respetaba el derecho a la enseñanza en la lengua materna y se alentaba el uso del catalán para compensar su arrinconamiento durante la dictadura. Y concluye que se ha pasado a un modelo que “excluye dogmáticamente al castellano como lengua vehicular”. Es decir, el consenso alcanzado en 1983 en torno a la Ley de Normalización Lingüística (aprobada en el Parlament en 1983 con tan solo una abstención) se fue quebrando paulatinamente.

Ni siquiera en el supuesto de que Cataluña llegara a ser una nación independiente (posibilidad que las fuerzas políticas unionistas consideran irrealizable, al margen de la voluntad que pudiera expresar una mayoría cualificada de catalanes) se podría admitir el actual arrinconamiento del castellano. ¿Convertiría la hipotética República de Catalunya en ciudadanos de segunda categoría a los castellanohablantes? ¿O les invitaría amablemente a irse? La resolución del Tribunal Constitucional en la que se indica que se debería enseñar en castellano al menos un 25% del tiempo escolar es de lo más razonable. Y no solo eso, es una resolución que hay que cumplir.

En todo caso, no estaría mal promover algo de inmersión lingüística en todas las lenguas de España en la escuela. ¿No contribuiría a consolidar la idea de España que todos los escolares –y, claro está, todos los españoles- fueran capaces de decir y entender algunas frases en tales idiomas? Que no pase lo que me sucedió en cierta ocasión al ir a pagar en una gasolinera de Madrid. El joven que me atendió me preguntó en qué idioma cantaba el grupo –creo que era Kortatu- que con tanto entusiasmo estaba escuchando. En Finlandia, el hecho de contar con una minoría de habla sueca fuerza a todos los escolares a aprender algo de sueco.

De todos los inmensos problemas que tiene nuestro sistema educativo (un currículo anticuado y sobrecargado, la mejorable formación del profesorado, el clasista fracaso escolar, el aprendizaje del inglés y de las Matemáticas, el fomento de la educación física, etc.), la cesión en la cuestión del castellano ha puesto en bandeja al grueso de las fuerzas políticas unionistas (todas las derechas a las que se suman ciertos sectores del PSOE) la derogación de la nueva ley educativa en cuanto la izquierda pierda su actual frágil mayoría.

Rafael Feito es catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid.