Sobre el cierre del IES Pérez Galdós
Me entero por la prensa de que la
Consejería de Educación cerrará, a partir del próximo curso, el madrileño IES
Pérez Galdós. Mi hijo cursó la ESO en ese centro hasta 2009 y durante
varios años fui el presidente de su AMPA (nada heroico: poco más de cien cotizantes).
Pese a que, en general, estuve muy satisfecho con el centro y sobre todo con el
que fuera su director en aquel entonces, debo decir que ya en aquellos años el
descenso de la matrícula en la ESO constituía un serio problema. Es posible que
no fuera el caso del Bachillerato, seguramente (y admito que esta explicación
pueda no ser del todo precisa) debido a la circunstancia de que la matrícula en
este nivel se suele incrementar por el hecho de que no está concertado en los
centros privados.
En aquella época era chocante la caída
de la matrícula, ya que en el entorno del centro se habían construido nuevas
viviendas –muchas de ellas de un precio más bien elevado: la tónica de la
España de la especulación inmobiliaria-. Pese a que este fue un tema que
planteé tanto en conversaciones con el director como en el Consejo Escolar,
nunca el centro –hasta donde sé- hizo nada para darse a conocer entre los
nuevos y numerosos vecinos de estas casas. Es como si se considerase que la
gente que tiene una renta media-alta –o incluso menor- no matricula a sus hijos
en la pública.
Mucho más grave, creo yo, era la
situación creada por algunos profesores. Pese a que algunos grupos contaban con
tan solo quince alumnos –un lujo escandinavo-, algún profesor suspendía a la
mitad o más de ellos. Esto era algo que inevitablemente saltaba a la vista
cuando en el Consejo Escolar se hacía una valoración general de los resultados
en el instituto. La cuestión era tan llamativa que en el AMPA nos constaba que
algunas familias matriculaban a su hijo en el vecino IES Cardenal Herrera
Oria si intuían que a su retoño les iba a dar clase una profesora de
Matemáticas de gatillo fácil para el suspenso (y, de paso, provocar el rechazo
a una materia que debería ser altamente atractiva para el alumnado). No sé si
cosas así pueden explicar que en algunas de las informaciones periodísticas sobre este caso se
indique que tanto este instituto como el igualmente vecino IES Isaac Newton
están masificados.
Mi impresión es que el instituto ha
hecho escaso esfuerzo por resultar atractivo para el entorno. ¿Cómo explicar
que, según la prensa, en 2005 contara con
462 estudiantes y que hoy solo tenga 279? Y, peor aún, para el curso 2016-17
solo 24 alumnos solicitaron reserva de plaza en primero de la ESO, pese a que
tiene adscritos diez colegios. Conviene tener en cuenta que algunos de estos
centros, a su vez, también tienen muy pocos alumnos. El cercano Colegio Público
de Infantil y Primaria Bravo Murillo (por cierto, vaya nombre para un
colegio[1]: algo así como llamar
Herodes a una guardería) tenía por aquel entonces grupos con tan solo seis
alumnos –y, si no me equivoco, es el único del barrio con jornada continua-.
Esto es lo que dice una madre sobre el centro en el singular sitio web “enfemenino”:
Es un colegio
público, tiene jornada continuada, es decir, de 9:00 a 14:00. (…) …quiero
contaros que es un cole que no está masificado, en la clase de mi hija son 13
alumnos
Aparte del descenso de matrícula, el
diario digital Elconfidencial.es señala que se cierra porque no ha
conseguido convertirse en un instituto bilingüe. Puede ser, pero el mismo
artículo de El confidencial.es cita el caso del innovador Colegio
Palomeras Bajas (en Vallecas) como ejemplo de un centro cuyo potente
proyecto educativo le inmuniza contra el caso del bilingüismo.
Lamentándolo mucho, y pese al aprecio
que siento por este instituto, mi impresión es que muy posiblemente la
Consejería de Educación cumpla con su misión de racionalizar el gasto público
al decretar el cierre de este centro.
Aportas un dato, el excesivo número de suspensos que daban algunos profesores, que es determinante para las familias. En general los padres queremos que los hijos hagan el recorrido escolar sin tropiezos y el riesgo a un suspenso por excesiva exigencia en alguna materia puede incentivar cambios de centro y que, por el boca a boca, muchas familias de nuevos alumnos prefieran otras opciones. Sería necesario tener en cuenta otros factores aunque sean menos relevantes. (Ignoro si alguno de los centros públicos del entorno es bilingüe, etc; la falta de previsión desde el equipo directivo y la inspección para intentar revertir la tendencia a la baja cuando quizá era posible; la facilidad de la administración del PP para aplicar la cirugía en los centros públicos..)
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ResponderEliminarAunque desde luego Ud. es conocedor de la realidad del instituto en los años en los que estuvo al frente del APA, no puedo compartir su reflexión final en la que muestra su conformidad con la decisión adoptada por la Consejería de Educación de cerrar el IES Pérez Galdós para las enseñanzas de Secundaria en el próximo curso escolar 2017/2018. Los antecedentes demuestran que el cierre ha sido planificado por la DAT de Madrid Capital, al arrebatarle al centro su ciclo de TAFAD y denegarle en varias ocasiones el bilingüismo, y además un padre del instituto realizó un estudio comparativo del alumnado actual en el IES Pérez Galdós y en varios centros concertados de la zona, y resulta que esos centros privados subvencionados con dinero público continúan desarrollando su actividad sin ningún recorte ni racionalización del gasto, y la escuela pública es la que padece los recortes, la masificación de centros y la supresión de aulas y centros.
ResponderEliminarEn definitiva, el cierre del IES Pérez Galdós es un paso más de la privatización del sistema educativo en la Comunidad de Madrid.